sábado, 5 de diciembre de 2015

La Llamada de los Dioses. Capítulo III

Dejamos a nuestros héroes navegando en un bote salvavidas, tras pasar la noche flotando y observar como el barco en el que se enrolaron, el "Viento Gris" ardía hasta hundirse durante toda una noche, al amanecer se dan cuenta de que están rodeados de tiburones que no han tenido suficiente con toda la carne que había en el barco hundido.

Mientras tanto, un tipo de honor, ladrón, llamado Signus, al ver el barco arder, decidió acercarse con el barco que había robado a sus antiguos compañeros de aventuras, a ver que se podía salvar de ese naufragio. Al llegar a la zona encontró en el bote a nuestros héroes y tras un breve tira y afloja los subió a bordo de SU barco ya que el semiorco dijo que el sabia orientarse (Tirada de 20....por lo tanto pifia)

Mientras navegan en la dirección marcada por el inteligente semiorco, los personajes ven aparecer en el horizonte un barco, con un ojo sangrante por bandera, un barco que los persigue, ante lo que Signus les pregunta si han tenido problemas con alguien...y ellos responden que no tienen enemigos y son muy buena gente. Así que todos se auto convencen de que son piratas y se aprestan para el combate con las balistas y flechas con polvo explosivo que tienen en este barco.

El loco de las flechas explosivas, aka Signus, realiza varios aciertos al barco enemigo, llegando a destruir el timón de sus enemigos, por lo que nuestros héroes maniobran su barco, y los dejan pasar de largo observando como los enemigos les disparan algunas flechas y les insultan, afrenta que ellos vengan con algún que otro disparo de balista.

Esa noche, como no se fían de que puedan volverse a encontrar mas barcos deciden hacer guardias. En el primer turno, el bárbaro Paet escucha un ruido de chapoteo, y unos gañidos, cuando llega al lugar se encuentra el cadáver de Kaa el ladrón, reanimado. Paet lo increpa (NOS ABANDONASTE TRAIDOR...) y le da cariño con su espadón. Ante tanto ruido, el resto se despierta y el semiorco pilla al cadáver andante con su pico de grajo y lo lanza al mar de nuevo.
Lignus, vuelve a preguntar si le han tocado las narices a alguien, cosa que el resto niega vehementemente, así que Lignus se marcha de nuevo a dormir diciendo..."pues ese bicho nada como toasuputamadre".

En el último turno de guardia, en la hora negra y fria que precede al alba, Marius el Semiorco siente como una presencia navega junto al barco...o bajo el, un chapoteo aqui, una sombra allí bajo las olas...el resto de la tripulación duerme pero tiene pesadillas en las que pronuncian entre dientes kraaaaaaaaaaaaaaaaakeeeeeeeeeeen, pero Marius hace el semiorco y sigue a lo suyo que es....bueno con inteligencia 10 bastante tiene el chico con no morir empalado por su propia arma.

Así que de pronto, un fuerte golpe sacude la nave, y muchos tentáculos salen del mar, el explorador y el místico Semaj quedan inconscientes, y el resto se enfrenta al KRAKEN, los personajes atacan con todo, incluso lanzando los virotes con polvo explosivo de la balista como si fueran lanzas. El Kraken pierde uno de sus tentáculos y esta cercano a la muerte, pero en un alarde de fuerza captura a Lignus, a Paet y a Marius y los levanta en el aire para dejarlos caer en su boca, en ese momento nuestros héroes notan como el kraken afloja su presión en el maltrecho barco, y los deja caer brutalmente sobre la cubierta y huye hacia el fondo del mar a lamer sus heridas.

Aparece frente a ellos un gigantesco titán, que dice llamarse Erü, y ser hijo de Äegir señor de los mares, les cuenta que unos monjes vestidos de negro y rojo le robaron el tridente que le regaló su padre y se lo llevaron lejos de su alcance. Les pide que le ayuden a recuperarlo, los personajes a falta de mejor plan aceptan a la primera, y Erü los impulsa a traves de un banco de niebla que se va poco  a poco disipando para dejarles ver una isla en el horizonte.

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